Desde que se aprobó el matrimonio igualitario en la Ciudad
de México mi pareja y yo expresamos a nuestros amigos nuestro deseo (en aquel
entonces aun no era ni un plan) de casarnos, una de las principales reacciones fue:
¿y para qué se quieren casar?
Mas allá de la figura romántica y tradicional de realizar
una boda o de “copiar” los estándares sociales, debemos también pensar en los
derechos que vienen con el matrimonio civil o, viéndolo de otra forma, los
derechos a los que no tenemos acceso mientras no estamos casados.
- Derecho a establecer un parentesco. Que se les reconozca como familia y puedan
tomar decisiones médicas una persona sobre la otra.
- Derecho a compartir la seguridad social. Al inscribir a su
cónyuge ante el IMSS o ISSSTE, y así acceder a todos los derechos que les
brinda la seguridad social pública de estas instituciones.
- Derecho a construir un patrimonio familiar. Pueden heredar sus bienes a través de un
testamento, o por reconocimiento jurídico del matrimonio el cónyuge tiene
derecho a recibir los bienes del esposo o esposa fallecido
- Derecho a compras
mancomunadas. Uniendo tus créditos de
INFONAVIT, FOVISSSTE o inclusive combinarlos con los de alguna institución
financiera privada.
- Derecho a adoptar. Podrán iniciar el proceso de adopción
como matrimonio y sabiendo que su solicitud será considerada bajo igualdad
total de condiciones.
- Derecho al registro de hijos / hijas. Ya sea recién
nacidos para que cuenten con ambos apellidos o realizar un reconocimiento de
hijos nacidos previos al matrimonio.
- Derecho al divorcio y al reparto de bienes conforme a lo
pactado. Pues quizás al terminar una relación y al repartir bienes de ambos,
pueda ser mucho más fácil al tener la ley que les respalde en caso de que
alguna de las partes no fuera equitativa o justa.
Y ante diferentes
instituciones privadas, podrías registrar a tu cónyuge en la empresa que
laboras para acceder a los gastos de seguros de vida y de gastos médicos
mayores que ofrezcan a sus empleados y familias. Ante clubes deportivos y gimnasios para acceder
a membresías familiares.
En instituciones financieras directamente pueden tramitar
créditos, hipotecas, cuentas mancomunadas de ahorro, seguros, etc., igual como
cónyuges / familia.
Incluso, si uno de los miembros de la pareja es extranjera y
quiere residir en México, pueden solicitar en cualquier oficina regional del
Instituto Nacional de Migración su residencia temporal por vínculo
matrimonial. Al cabo de dos años de
permanecer casados, podrá solicitar entonces su residencia permanente y ya
acceder a una identificación oficial mexicana.
Si la decisión es que con tu pareja emigren a otro país
donde este tipo de uniones son legales, el trámite para viajar como familia
también es mucho más fácil que hacerlo de manera individual y solteros.
Algo muy importante es que estos derechos son federales,
deberán ser reconocidos en TODO el país, no importando que se haya realizado el
matrimonio en una ciudad diferente a donde residan. En caso de que alguna persona no quisiera
reconocerles estos derechos, se pueden denunciar ante las entidades federales
de Derechos Humanos correspondientes:
Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), Comisión
Nacional de Derechos Humanos (CNDH) o sus oficinas equivalentes a nivel
estatal.
Nota original: http://www.matrimonioslgbt.com/uncategorizaded/que-derechos-me-da-el-matrimonio-civil-en-mexico/
Nota original: http://www.matrimonioslgbt.com/uncategorizaded/que-derechos-me-da-el-matrimonio-civil-en-mexico/
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