"Estoy aquí hoy porque soy homosexual. Y porque quizás pueda causar un efecto positivo. Ayudar a otros a que su vida sea más fácil y esperanzadora." Ellen Page, Febrero 2014
domingo, 2 de junio de 2013
JOTITOS UNIDOS
Pues bien, ayer se llevó a cabo la Marcha de la Diversidad Sexual de Guadalajara, buen resultado pero con varios puntos por mejorar y con la ausencia muy marcada de los empresarios de los antros que esta vez no le entraron al evento y con "peleas" entre telones de las diversas organizaciones tapatías... después publicaré algunas de las fotografías y hasta un video muy padre de un grupo que salió en el evento y que realmente se "llevó" la marcha, entre tanto recordé este texto de Ricardo Salazar de ya hace algunos años donde se refería precisamente a esa desunión que hay en Guadalajara entre la "comunidad" LGBT, lo dejo integro aunque algunas cosas ya no parezcan aplicar (por ejemplo de de las elecciones donde se postulaba Miguel Galán), pero no deja de estar vigente:
Aquí estamos en el mes de la diversidad, y otra vez los temas de la comunidad homosexual, lesbiana, transgénero y lo que se acumule, vuelven a tener atención de los medios y por tanto, la mirada de la sociedad. Como cada año, este mes es la oportunidad para hacer públicas las condiciones de los que viven la diversidad, denunciar lo que está mal y exigir derechos, aceptación y normalización. Pero también es ocasión para hacer un ejercicio de autocrítica y preguntarnos ¿por qué en Guadalajara no existe una comunidad homosexual?
Es cierto que hay grupos gays organizados, pero su labor se limita a la salud sexual. Y es limitada por falta de ganas, por falta de recursos, o por las dos, y por pleitos entre grupos que ya no tienen sentido. Por otra parte están los dueños de los antros que tampoco hacen nada por la comunidad a la que sólo ven como una minita de oro. Y finalmente, el principal motivo de que no exista una comunidad gay como tal en Guadalajara es porque los, por lo menos 800 mil homosexuales, que habitan esta noble y leal ciudad no le ven ninguna utilidad, son individualistas y sólo les importa ganar un poco de lana para gastar en los antros y de vez en cuando darse un gusto como comprar ropa ultrafashion para ser la más bonita. Pero no hacen nada a la hora de ayudar a los demás y no quieren compartir parte de su tiempo o recursos en algo que no sea alcohol o drogas.
Activismo cojo, negociantes avaros, y miles de individualismos exacerbados son un caldo de cultivo excelente para que no haya una comunidad y por lo tanto, para que los gays sigan siendo invisibles en esta ciudad. Porque no nos hagamos tarugos, a los gays nadie los ve ni los oye mas que en el divertido desfile de frivolidades que es la imagen de la marcha gay que permea, de ahí en más, nada. En la agenda pública el tema ni es tema, no existe.
Vale la pena hacer una comparación con lo que han hecho gays de otros países para lograr ser una comunidad y tomar lo mejor de ello. Hace décadas, los ultraconservadores de Estados Unidos “denunciaron” la existencia de una cofradía secreta de homosexuales, dios nos libre, que buscaban organizarse y colar a algunos de los suyos a posiciones de poder y desde ahí mostrar que no hay nada de malo en ser gay, como un paso a la normalización, exigir derechos y lograr legislaciones especificas para grupos vulnerables que en subgrupos integran la comunidad homosexual, y ya empoderados imponer moda y luego dominar el mundo (por cierto, esta concepción es maravillosamente ilustrada en un capitulo de South Park en el que los hombres cangrejo disfrazados de gays intentan dominar al mundo y de paso vuelven a todos los hombres metrosexuales y hacen un negociazo)
Hoy sabemos que eso que tanto temían los conservadores gringos era cierto. Los gays se dieron cuenta de que jotitos unidos jamás serán vencidos, se contaron entre sí, se sumaron, se unieron y vieron que podían compartir algo más trascendente que las idas al antro y entonces comenzaron a hacer asociaciones de todo tipo, desde clubes de aerobics y yoga gay, hasta grupos de jardinería bonsai y repostería gay, pasando por lecciones para poner guapo al perrito gay y cositas lindas por el estilo. Pero lo más importante, es que en esos grupos se fue gestando una fuerza política que encontró diversidad en su diversidad y por lo tanto dedujo que sus ideas no podían ser representadas por un solo partido político y como algunos ya simpatizaban con uno y con otro (allá nomás hay dos) crearon un grupo de homosexuales en el Partido Demócrata y uno más en el Partido Republicano. Se volvieron un ala más de los partidos, igualito que la sindicalista, o la campesina, o la del sector popular. Y como tal, sus líderes representaban una cantidad suculenta de votos que los meros meros de los partidos no podían despreciar y con eso negociaban ¿Quieres los pinche mil votos gays?, pues va, el ala gay vota por ti, pero comprométete a impulsar tal ley. Y como la neta es que siempre se pedía de a poquito, no se la pensaban y aceptaban. Eso mientras se impulsaba también que algunos gays fueran postulados para puestos de elección importantes. Todo esto se hizo entre los setenta y los ochenta, mientras aquí estábamos en la baba discutiendo si diosito le daría chance a los desviados del infierno de vivir siquiera.
Todo esto viene a cuento porque hoy Jalisco, y particularmente Guadalajara, tiene una oportunidad histórica de que la agenda gay se vuelva parte de la agenda pública. Para ello la comunidad gay y todos los que están vinculados con alguien que viva una sexualidad distinta, como los padres, primos, hermanos, amigos y demás, pueden demostrar que les interesan sus seres queridos y apoyarlos a través de dos acciones.
La primera es salir a marchar el próximo sábado para gritarles su apoyo, cariño y amor. Todos, porque luego hay quejas de que sólo salen las torcidas y las vestidas pero todos los que se dicen normales y varoniles no van, así que hay que ir todos, con todo y familia y amigos para mostrar junta, a la comunidad gay tal y como es, tan diversa y tan rica.
Lo segundo es usar el voto para que la comunidad gay tenga por fin sus representantes en el poder. En Guadalajara, hay que votar por el candidato gay que postuló el Partido Socialdemócrata, Miguel Galán, porque si bien no tiene posibilidades de ganar la alcaldía, esos votos puede hacer que llegue a ser regidor y desde esa posición colocar temas de la agenda homosexual en el cabildo, que se vuelva políticas públicas. Hay que hacer cuentas, en la zona metropolitana hay 4 millones de personas, el 20 por ciento de ellas son gay, estamos hablando de 800 mil votos, que si se suman a los de los amigos y parientes pueden llegar a ser el triple. ¿Nada despreciable verdad? Esos votos también pueden ir a parar al PSD para diputados locales porque aunque no tienen posibilidades de ganar en los distritos, la suma puede hacer que alcancen una diputación plurinominal y llevar a Rodrigo Rincón al Congreso estatal.
Marchar y votar son una buena manera de comenzar a formar una comunidad gay en Guadalajara, de mostrar su peso, su importancia, de exhibir músculo. Lo siguiente será seguir paso a paso lo que hicieron en Estados Unidos (pido yoga). Aunque claro, también queda la opción de la apatía tapatía: no hacer nada y seguir siendo invisibles.
Gracias a Ricardo por el permiso en aquel entonces para transcribir su texto en este blog, y por ponernos a pensar... fué mas que obvio el desencanto entre las organizaciones que participaron en la Marcha, desde los twits que cada grupo ponía ya había cierta pelea y quejas y disgusto, es mas ni siquiera en el hashtag quisieron ponerse de acuerdo. No hay que desmerecer su esfuerzo, la verdad es que cada quien por su lado hace mucho por la Diversidad, pero el resultado pudiera ser mejor si lo hicieran de la mano... sin discriminarse.
Por cierto: Creo que no debería costar tanto trabajo que se unan para el 2014... hay algo que se llama VOLUNTAD, si todos los grupos tienen voluntad de servir y ayudar entonces si se pueden hacer las cosas... si seguimos así no vamos a llegar a ningun lado, el ego es muy fuerte...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario