domingo, 9 de febrero de 2014

OCHO INSTANTANEAS: 25 AÑOS



Era 1989, en plena adolescencia, con ciertas dudas pero con varias certezas también, miedos, ilusiones, fantasías y realidades.

Para ese entonces yo estaba terminando la secundaria, una etapa muy buena para mí aunque rara, estaba descubriendo el sexo, las emociones... fué ahí donde descubri que podía sentir algo muy fuerte por otra persona de mi mismo sexo (CC), aunque en aquel entonces yo me justificaba diciendo que era amistad muy fuerte; recuerdo que sin ninguna necesidad simplemente buscaba como pasar mas tiempo con él, acompañarlo caminando abasta su casa que quedaba en sentido totalmente contrario de la mía... y digo que lo justificaba como amistad porque aun tenia yo mucho miedo de que me tacharan de diferente, en la misma secundaria ya había visto lo que ser diferente provocaba ya que había un compañerito afeminado al que le llovían burlas, criticas y maltratos (ahora le llamamos bullying) y definitivamente yo no quería pasar por lo mismo.

Contactos sexuales inocentes, de ver como era la de uno y la del otro, siempre cargados de nerviosismo y mucha excitación. Poco después de salir de la secundaria si tendría ya algunos juegos sexuales mas en forma donde ya nos tocábamos nuestras cositas... pero aun con mucho miedo.

También fue la etapa de una duda provocada por mi certeza de diferencia, a mi no me gustaban las mujeres, eso era una certeza pero... ¿quería vivir como rarito?, no, influenciado por la religiosidad familiar estuve tentado a aceptar irme a estudiar a un seminario, "sería un buen sacerdote" decían, y a lo mejor si, pero para mi era el disfraz perfecto para mis impulsos sexuales nulos hacia las mujeres, aunque hubiera pecado mucho ahí encerrado, así que afortunadamente no tomé ese camino y entré a la preparatoria, donde, para no involucrarme mucho con mis compañeros y correr riesgos me aislaba bastante.

Desde finales de la secundaria ya me había gustado mucho leer, sobre todo ciencia ficción, ya había leído un par de novelas muy interesantes (Señor de los Anillos), que provocaron que incluso el patio de mi casa estuviera marcado con gises delimitando "reinos" y áreas creadas por mi imaginación, al mismo tiempo descubriría la emoción de los cómics, comenzaría una colección que a la fecha sigue creciendo.

Con mis amigos de la infancia seguía mucho en contacto a través del club deportivo, seguí asistiendo durante toda la secundaria, pero me fuí alejando al entrar a la preparatoria por esa misma decisión inconsciente de aislarme para que no cayera yo en tentación sexual o afectiva con alguno de ellos. Ya no era lo mismo meternos a las regaderas todos juntos y que a mi me estuviera llamando la atención ver por aquí o por alla... o reaccionar ante eso...

En fin, una epoca donde si salí diferente, me conocí mas y desafortunadamente me aleje de muchas personas, pero afortunadamente me encontré a mi mismo.


No hay comentarios: