lunes, 13 de mayo de 2013

EL PAIS DE X




Son las dos de la mañana… uno de los mejores DJ del país esta en el antro, su turno termina hasta las 5, hora en que cierran el lugar. La música electrónica suena rítmicamente mientras los juegos de luces no paran de girar.

Mientras llega la hora lo vemos brincando, con los lentes oscuros puestos para volver más psicodélica la noche... mientras mira hacia las luces con la mano extendida y siguiendo los juegos sonoros del DJ. Si, brincando como si tuviera más energía que los demás…

De repente recuerda que no está solo, baja su mirada y les sonríe a sus amigos, nos sonríe... de su otra mano brota el agua de una botella iluminada, agua que usa para recuperar parte de los líquidos que ha arrojado con el sudor provocado por su frenesí… esta esperando a que “explote” algo dentro de su alma, a que le haga efecto la segunda dosis de la noche..

Aprieta sus dientes, sonríe con todo su cuerpo y el alma a flor del rostro se asoma para decirnos que su mente esta viajando, esta flotando y abarcando mas allá de lo que podemos ver nosotros a su lado… Se le nota la felicidad que se desborda, la mandíbula se ve desencajada y sigue brincando, bailando, flotando…

Vuelve otra vez del universo de luces que esta en lo alto de nosotros, nos abraza a todos, en un abrazo hondo, un abrazo que dice mucho mas de lo que físicamente refleja, un abrazo como queriendo jalarnos hacia su interior, a que compartamos el mundo en el que esta inmerso, no es el primero ni será el ultimo de la noche. En muchos de esos abrazos suelta un “te quiero”, una frase que le sale de lo mas profundo de su ser, saca todo su afecto para compartirlo con nosotros… y después se regresa al mundo de luces y sonidos que esta noche se esta forjando en su mente con las reacciones químicas que las pastillas le han provocado… sigue sonriendo…

Sus amigos van por tragos, no acepta nada que no sea agua, no quiere provocar mas daño en su cuerpo por esta noche, mientras sigue con la tercera, la cuarta, la quinta dosis… ninguna va a provocar el efecto de la primera, pero ya no es eso lo importante, lo que importa ahora es no bajar de esa nube de sensaciones, de esa nube de recuerdos mezclados con los soles, las estrellas y las demás luces artificiales…

Son las 6 de la mañana… en su frenesí salió hasta que el antro terminó su jornada, esta noche no ligó, lo mejor fue dejarlo para otro día… llegó a su casa solo, y lo que si es seguro es que no quería que le pasara el efecto de las dosis… una profunda sensación de vacío y de depresión y una tristeza inexplicable se están apoderando de él… no quería que saliera el sol, no quería dejar la fantasía donde se sumergió toda la noche… se ve al espejo y es otro, sus pupilas están dilatadas, su rostro se ve cansado, su cuerpo esta empezando a sentir el efecto de los brincos, el baño reclama su atención y sigue sudando… ya no sonríe.

Son las 6 de la tarde… ya quiere que sea de noche de nuevo... quiere regresar a brincar al antro de hoy, quiere de nuevo encontrarse con el conejito que lo guiara de regreso… quiere volver a meterse por el agujero que lo conduce al país de las maravillas, al país de las luces bailando, al país de los sonidos flotando… quiere volver a sonreír, quiere volver al país de X…





Por cierto: el viaje esta divertido y todo, pero no siempre es necesario usar drogas para divertirse, intercálenolo con noches de diversión natural, no es lo mismo usar drogas por recreación de vez en cuando que depender de ellas para divertirse (y esto incluye al alcohol)

2 comentarios:

Pablo Salvador dijo...

que buen post me encanto el relato un gusto pasarse por esa noche x

Quike dijo...

Hola, ya se que hace raaaato que no pasaba por acá. Mil disculpas tengo el brazo entumecido para la escritura.

Me gustó la historia, en lo personal siempre he preferido la realidad a la ilusión, sobre todo porque cuando es autoinducida nunca logra convencerme.

Un esponjoso abrazo

Quike micifous.